mayo 11, 2009

Agronegocios o soberanía alimentaria. Página 12

Por M.N.C.I. *
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/3-39890-2009-05-11.html
Este diario difundió una investigación que confirmaba el efecto letal del glifosato (químico pilar del monocultivo de soja). Durante las últimas semanas, los impulsores de los agronegocios montaron una campaña en defensa de los agrotóxicos y, al mismo tiempo, desprestigio hacia toda voz discordante, sean estos periodistas, científicos, ONG u organizaciones sociales. Nunca antes las multinacionales del agro y sus voceros habían reaccionado tan violentamente. El temor de todo el complejo de agronegocios, donde la soja es sólo su cara más visible, es la prohibición de su agrotóxico estrella. Y, al mismo tiempo, la pérdida de un negocio millonario. Desde los ranchos campesinos observamos con indignación el accionar conjunto de empresas y medios de comunicación en defensa del glifosato. Ante la sucia campaña de desinformación, explicitamos algunas certezas que guían nuestras luchas:
- Históricamente, la salud de nuestras poblaciones estuvo atada a nuestra forma de producir, criando animales, cultivando diversidad, guardando las semillas que heredamos de nuestros viejos, conservando y renovando el monte nativo. Con el actual modelo de agronegocios, todo comenzó a cambiar: intoxicaciones agudas, desmayos, mareos y piel (de manos, piernas y rostros) en carne viva son sólo algunos de los sufrimientos de nuestros hijos. Ahora también sabemos de embarazos que no llegan a término, distintos tipos de cáncer y bebés con malformaciones. Desde hace años lo denunciamos, pero nunca obtuvimos respuesta por parte de las multinacionales del agro, los empresarios rurales y sus voceros.
- Las grandes corporaciones de las cadenas agroindustriales imponen a los pueblos y países un modelo de producción alimentaria cuyo único objetivo es la rentabilidad y concentración de las riquezas en pocas manos. No les importa la salud ni el hambre de los pueblos, sino qué suerte correrán las nuevas variedades de semillas transgénicas, las posibles pérdidas económicas de las cámaras empresariales, el futuro de los importadores de agrotóxicos y también temen, por su rentabilidad, los megaproductores sojeros. Entre los más temerosos está la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), impulsora de la entrada al país de la soja transgénica, con falsos estudios de conservación de suelos y mentiras sobre la inocuidad de los agrotóxicos.
- Las compañías enarbolan estudios del Senasa, el INTA y la Secretaría de Agricultura. Es público que los ámbitos estatales actúan como subsidiarias de empresas como Monsanto y Syngenta, multinacionales que a su vez cuentan con planteles enteros de universidades a su servicio, donde abundan “papers” tan a medida como ridículos.
- El actual modelo agropecuario, de saqueo y contaminación, reproduce nuevas formas de colonización y genocidio. Millones de familias rurales fueron desterradas de su territorio ancestral y arrojadas a los márgenes de las grandes ciudades. El actual modelo agota las reservas naturales, arrasa bosques nativos y envenena cursos de agua.
- Comienzan a aparecer investigaciones en diversas partes del mundo sobre el rostro oculto de este modelo económico-político-ecológico. Y, si quedaran dudas, nuestras familias son prueba viviente, e irrefutable, de los efectos de los agrotóxicos.
- Para los que vivimos en el campo, que enfrentamos y sufrimos las fumigaciones químicas, no hay dudas de los efectos negativos del glifosato. Como tampoco hay dudas de que el problema de fondo no es un químico, sino un modelo agropecuario que privilegia las ganancias por sobre la salud y el medio ambiente. Es necesario recordar que este modelo también conlleva asesinatos de campesinos y trabajadores rurales, cárceles, persecuciones, torturas y enfrentamiento con paramilitares, que sufren miles de familias rurales.
- Nosotros, miembros de comunidades indígenas y campesinas, familias organizados en territorios, exigimos definiciones al Estado, principal gestor del modelo que devasta la salud y los ecosistemas del país.
- Como integrantes de Vía Campesina nos oponemos a un modelo que prioriza la rentabilidad de empresas por sobre la salud. Porque rechazamos este modelo de muerte; resistimos, luchamos y construimos, todos los días, un modelo de vida basado en la reforma agraria integral y la soberanía alimentaria.
* Movimiento Nacional Campesino Indígena-Vía Campesina (integrado por 15.000 familias rurales de siete provincia).

2 comentarios:

  1. Muy buen espacio, no quisiera sumar más caos, pero tengo la necesidad de informar un hecho que me llegó no hace mucho tiempo atrás sobre el cuál he indagado y pude corrobar con asombro que así ocurrió. Un grupo de investigadores de la Univ. Nac. de Rosario, más concretamente del IBR, comandados por Néstor Carrillo, arribaron a un desarrollo muy importante como es el desarrollar "plantas" (soja, trigo, sorgo, maíz y las más deseadas en el planeta) en situación de altísimo stress hídrico. Tal es la cuestión que los "señores investigadores" VENDIERON su desarrollo a una especie de sponsor intermediario y buscador de talentos PBL, que luego con pleno consentimiento de los nobles científicos, venden a BASF todos, absolutamente todos los derechos, patentándose semejante desarrollo en los EEUU. La Argentina, se quedó con las manos vacías. Los científicos, formados aquí, sostenidos por todos nosotros, llegaron a un desarrollo que lo terminan vendiendo a los ingleses primero y consienten que luego se venda todo a BASF. Barañao lo sabe, lo supo y guardó silencio, es más se aseguró que el CONICET no haga nada, sólo una investigación sumarial que quedó cajoneada al día siguiente de que renunciara el ex gerente de legales. El Directorio quedó partido, los blandos y con el "espíritu" sucio, prefirieron no insistir, los duros... qué duros? A ver si "caigo yo también" opinaron otros. Lo cierto es que BARAÑAO, también patentó un desarrollo en EEUU, y nada le informó al Coni ni al Estado Argentino. Todo está podrido, demasiado...

    ResponderEliminar
  2. Que hijos de puta, todavia nos siguen vendiendo espejitos de colores. Somos un pais dormido, nos hacen creer cualquier cosa. O no queremos saber la verdad.Lo pero que la gente con buenas intenciones no abundan y a muchos los logran corromper.Adelante con los patrones de estancia, el grito de Alcorta quedo corto. Volvemos a la decada de los 90. Todos conforme.

    ResponderEliminar